lunes, 2 de febrero de 2015

Actualmente los niños y adolescentes pasan la mayor parte de su tiempo libre viendo televisión; Esto se debe a que no están controlados por sus padres, ya que están ocupados con el trabajo, o son impacientes y no quieren "aguantar" los gritos de los niños. Esto conduce a varios problemas, por ejemplo, a un estilo de vida sedentario que causa problemas tanto física y mentalmente; De hecho, viendo la televisión, se tiende a comer más y el mal, y fomenta la pereza, por lo que ni siquiera desea uno levantarse para tomar el mando a distancia. También se encuentra en la mayoría de los casos que para los pequeños existen programas educativos que pueden afectar negativamente a los hábitos de los niños o jóvenes; de hecho, muchos, por imitar lo que ya han visto, asumen un comportamiento violento, o incluso estúpido. Todo esto ayuda conformar nuestra sociedad, donde la mayoría de los jóvenes tienen kilos de más y se ven obligados a realizar dietas por su salud, para poder ser aceptados por los demás. De hecho, el exceso de peso conduce a muchos niños a tener una baja autoestima, y muchos, sólo para perder peso, incluso entran en el túnel de la anorexia u otras enfermedades. Como hemos dicho antes, la TV disminuye la capacidad de reacción y nos vuelve pasivos, físicamente y mentalmente. Con frecuencia se pierde el deseo de estudiar y la capacidad de realizar incluso los cálculos más simples mentalmente no sólo en la escuela sino también en la vida cotidiana. Otra desventaja de la televisión es que limita el diálogo, por ejemplo, en la familia, durante el almuerzo o la cena, porque no se habla pues todos están comprometidos con una película o para seguir las noticias del telediario. Luego están los que, en lugar de perder una película, o un episodio de una serie de televisión, evitan salir, lo que limita sus relaciones sociales. Algunas personas se vuelven dependientes de la televisión y no pueden prescindir de la pantalla. No obstante hay programas que pueden ser de interés, sin embargo la TV también influye en las decisiones y elecciones que debemos hacer, ya sean las compras o las creencias políticas. También hay que señalar que hay programas educativos, documentales, ya sea de animales o acontecimientos históricos, que estimulan el interés en varios temas, como la política, cada vez menos, seguidos por el jóvenes. En conclusión, la televisión no es necesariamente una mala cosa, pero es necesario que pasemos todo el día viendo el receptor y que los programas vistos por los niños son supervisados por un adulto responsable.

 Pros y contras de la televisión
http://scuola.repubblica.it/campania-salerno-lspiranesi/2013/pro-e-contro-della-televisione/